domingo, 26 de julio de 2015

San Pere de Burgal y Santa María de Aneu: historia de una relación.

San Pere de Burgal y  Santa María de Aneu


Dos iglesias románicas relacionadas pictóricamente con el maestro de Pedret. Las iglesias a través de la iconografía, se relacionan  también con la historia de los condados en el siglo XI, el conde Artau I del Pallars Sobirà  y el Obispado de Urgell. Una historia que nos habla de las luchas por el control de los territorios otorgados por Carlomagno a los condados catalanes. Las pinturas actualmente están en el MNAC, una delante de la otra en un curioso diálogo. 

Las pinturas de San Pere de Burgal fueron encargadas a título póstumo por los descendientes del Conde Artau I del Pallars Sobirà, que fue excomulgado por las propiedades usurpadas al Obispado de Urgell. A su muerte su viuda gobernó el condado y devolvió los bienes para poder enterrar a su marido en tierra sagrada, puede ser que en el 4º ábside de San Pere de Burgal, una hipótesis.

Santa María de Aneu fue usurpada por el conde Artau I del Pallars Sobirà, por este motivo fue excomulgado y no se permitió que fuera enterrado en tierra sagrada hasta que sus herederos no la retornaran al Obispado de Urgell, un hecho que sucedió en 1088. En tiempos de Carlomagno  se confirma las posesiones del Obispo de Urgell que incluye entre otros, los valles de Aneu, las posesiones fueron reconfirmadas por Luis el Piadoso que ordena que nadie ose usurpar a la Iglesia de Urgell los derechos de esas parroquias, reconfirmadas de nuevo por Carlos el Calvo en el que figura Santa María d’Aneu con advocación a Santa Deodata. El conde Artau I elabora una serie de documentos ficticios para segregar las diócesis. Estos hechos y fechas son importantes por su decoración pictórica y programa iconográfico de gran significado teológico: las visiones combinadas de Isaias y Ezequiel, que obedece a un designio episcopal o canónico. 

San Pere de Burgal. Escaló. La Guingueta d’Aneu. Pallars Sobirà. 


Es una iglesia del primer románico y paralela al mundo itálico, tanto en arquitectura como en pintura. Parte de la iglesia está desaparecida -un poco extraña por  un cuarto ábside en los pies de la nave- solo está cerrada la parte de cabecera.

La pintura es pictoricista, matiza y juega con los colores. A través del cromatismo se consiguen las texturas que sugieren el conocimiento de las técnicas de la antigüedad. Un estilo italiano que traduce lo bizantino.  Las vestiduras brillantes y los colores yuxtapuestos dan volumen y profundidad, el picoteado blanco es alusivo a las perlas que dan nobleza a las figuras. El color blanco produce brillos y matices. El rostro es el tipo de Pedret: cara larga, ojos almendrados, nariz en arco, labios pequeños con tres círculos en la parte superior y la barbilla marcada, nimbus rojos y ocres en alternancia.




La pintura se divide en 3 registros: cuenca, tambor y zócalo, entremedio las cenefas de cintas dobladas separando los registros con un diseño de la antigüedad de los pavimentos romanos, con efecto de perspectiva y con espacios vacíos que contienen coronas, en alusión a la promesa de salvación después de la muerte.  Las pinturas se conservan fragmentadas, han perdido la parte superior, aunque se puede ver una mandorla con una maiestas domini, a ambos lados había dos profetas visionarios Ezequías e Isaías (solo uno completo), detrás de ellos se observan los pies de dos arcángeles vestidos a la bizantina, como intermediarios que presentan a Dios las peticiones de los fieles; el rollo de las manos es la petitio y la postulatio. El profeta está inclinado en adoración en prosquinesis bizantina con el tipo facial y el flequillo, con color más plano y predominio del dibujo. Debajo el Colegio apostólico. 

En el registro inferior,  como un espectador delante de la pintura, hay una figura civil femenina vestida de forma noble, de negro, con mangas ornamentadas y con el cabello descubierto, portando un cirio y con una inscripción: “Lucia Conmitesa 1981-1090”.


 Se trata de la Condesa Lucia esposa y viuda del Conde Artal del Pallars Sobirà, que murió en 1084 excomulgado, por las propiedades usurpadas al Obispado de Urgell. Su viuda gobernó el condado y devolvió los bienes para poder enterrar a su marido en tierra sagrada, puede que en San Pere de Burgal en el 4º ábside, una hipótesis. Es una obra póstuma encargada por sus herederos. La viuda se presenta ante el señor, en el otro lado pudo estar el conde,  presentándose ante Dios. En uno de los laterales hay dos cabezas que podrían ser los hijos,  una femenina y otra masculina con tonsura. Este clérigo podría ser el Obispo Ot de la Seo de Urgell, representado como clérigo, porque serían anteriores a su consagración como Obispo, por tanto la realización de las pinturas estaría en el entorno del año 1000.


Santa María de Aneu. Escalarre. La Guingueta d'Aneu. Pallars Sobirà.  


Situada en el centro de los valles de Aneu e históricamente la más importante. Está documentada desde época carolingia, centro del Obispado de Urgell de la que dependían otras iglesias del valle, sus rentas la convertían en objeto de deseo. La construcción de la iglesia se lleva a cabo por un convenio en 1086 entre el conde del Pallars y el obispo Bernat de Urgell que prevé también la decoración. Es una iglesia de 3 naves y 3 ábsides (reformada en el siglo XVI).

La iconografía tiene una gran complejidad alegórica que forma parte de un conjunto teológico.  Se superponen los temas del Antiguo y del Nuevo Testamento; el Antiguo como base en el que se sustenta el Nuevo, y éste como cumplimiento de la palabra de los profetas; la promesa de Dios a su pueblo con la llegada del Mesías nacido de la Virgen.



En la cuenca absidial se presenta una Maiestas Mariae y la Epifanía. El Niño, del que no quedan apenas restos, está sentado en la falda de la Virgen, a ambos lados los Reyes magos;  Melchor (MELHIOR) a la izquierda se presenta en reverencia ofreciendo su presente, con gorro frigio, una capa oscura anudada a la espalda adornada con pedrería metálica en forma de triángulo que recoge los pliegues de la capa –una pieza lujosa, gruesa y pesada-, bajo la capa  un vestido ceñido a la cintura, abierto por uno de los lados que deja ver las calzas. Gaspar y Baltasar, de los que solo se conserva la parte inferior, visten de forma similar, distintivas de los reyes de la pintura bizantina (Mosaicos S. Apolinar Nuevo en Rávena)

En los extremos de la bóveda los arcángeles en posición frontal vestidos como altos dignatarios de la corte bizantina. A la izquierda Miguel, SANCTVS MIHAEL, con el labarum (estandarte de Constantino) y la peticius. A la derecha casi sin restos, debía estar Gabriel con la postulatio, intermediarios y abogados de los pecadores.

En el semicilindro, la síntesis de las visiones de Isaías y Ezequiel, una iconografía compleja que se aparta de los modelos conocidos en los que se sitúa el colegio apostólico. En este caso corresponde al Antiguo Testamento, con la síntesis de dos libros proféticos; Isaías con la purificación de los labios de los profetas (Is 6:17 y 7,14-15) y Ezequiel con las ruedas de fuego del carro de Yahvé (Ez 1:15-21 y 10:1-20). Los elementos aparecen combinados de forma original.

La visión de Isaías. La purificación de los labios de los profetas (la purificación de la palabra para que sea la palabra de Dios que queme como un antorcha). Entre las tres ventanas  2 serafines monumentales y magníficos, son los ángeles más próximos al Señor, se presentan frontalmente y hieráticos, solo se diferencian en la expresión del rostro: más humano el de la izquierda y más rígido y bizantino el de la derecha, ambos con 3 pares de alas (cubrir el rostro, los pies y volar), los serafines cantan  SCS, SCS, SCS, (“Sanctus, Sanctus, Sanctus”) loando al Señor y purifican los labios de los profetas con brasas ardientes. Las alas y manos llenas de ojos para hacer visible su misión. En el registro inferior los profetas  Elías e Isaías -ELI, I- a ambos lados están doblegados en actitud de reverencia les presentan las manos juntas con pose serena y en actitud expectante en señal de obediencia y acato a la voluntad divina. Elías  subió al cielo en un carro de fuego, una compleja alegoría.




La visión de Ezequiel. Las ruedas de fuego. En la parte inferior del ábside ruedas flamígeras; dos unidas por ejes en forma de X y trazos concéntricos crea sensación de movimiento. Modelos lombardos y bizantinos que aparecen también en la Biblia de Winchester (Fol .172).



Hay que subrayar el protagonismo de los 3 arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, abogados de los pecadores en el día del Juicio Final.  Rafael RAF,  a la derecha, un ángel monumental y magnífico, que presenta a los 2 clérigos situados a la izquierda del hemiciclo y superpuestos en dos registros; un  fraile y un diácono, ambos con tonsura, presentan un libro cerrado y atado con tapas lujosas, la mano derecha sobre el pecho con la palma hacia afuera, que es un gesto litúrgico de ofrenda. El de arriba es joven con casulla azul, el de debajo de más edad lleva una dalmática (diacono). Estas figuras pudieran ser los dotadores de la iglesia o los que encargaron las pinturas.





El vocabulario ornamental: La mandorla de la Virgen presenta una cenefa simple de ovas de tradición antigua, la cuadricula del trono acaba en un festón ondulado sin relieve. El interior de las ventanas absidiales tienen decoraciones de calidad; unas con cenefas florales con rama ondulada y hoja trifoliada dentro de los roleos y otras con elementos triangulares y en forma de corazón.  Cenefas simples y de color ocre con una pequeña decoración. La técnica, al fresco con capa pictórica bien definida y regular, con una distribución homogénea de los pigmentos (no bien molidos), salvo la azurita, son de origen local. Se observan trazas de a pontate y a giornate.




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