viernes, 20 de diciembre de 2013


El futuro del Patrimonio Artístico

El concepto de Patrimonio Artístico está cambiando 



Se basa en las nuevas ideas y valores de la sociedad y que a la vez son de difícil consenso ya que el propio concepto es de difícil definición.



El concepto se basa en definiciones contenidas en las leyes internacionales, aunque al parecer no hay ningún documento que fije las normas de la Protección del Patrimonio Histórico.

José Castillo Ruiz, profesor de historia del arte en la Universidad de Granada y especialista en Patrimonio Histórico, propone un estudio cuyo punto de partida está basado en identificar las carencias en la definición del concepto.

Considera por una parte que los textos normativos predominan sobre una definición concreta desde el punto de vista teórico, cuyas implicaciones están dirigidas a la selección de los bienes a proteger y que están vinculados a la tutela de los organismos públicos. El reconocimiento de estos bienes es un derecho individual y colectivo.

Hay una falta de consenso de la terminología a utilizar y que es causa de confrontación: Bienes Culturales, Patrimonio Cultural, Patrimonio Histórico,… esta última es la utilizada por las leyes españolas. La falta de acuerdo afecta a la continuidad entre el pasado y el presente que vincula el Patrimonio a la Historia y a la cultura, así como a los criterios de selección de bienes. El posicionamiento de la Antropología –que ha trasvasado la disciplina al campo Patrimonial sin tener en cuenta la disciplina requerida- considera que la cultura es su valor identificativo, con una propuesta en el sentido de la construcción social del Patrimonio, que no existe en la naturaleza sino que ha sido creado por el ser humano. 

También introduce la subjetividad de los objetos a proteger, aunque la naturaleza del Patrimonio está basada en el sujeto y no en el objeto creado, aunque tampoco se trata de crear una gran lista de objetos inmateriales a proteger ya que sería interminable porque cada cultura tiene los propios y los que interesan en el presente. 

En ocasiones no se tiene claro el valor o significante de lo que se quiere proteger y cuál es el nivel de  importancia en la globalidad de la cultura, que lleva a grandes dudas en establecer que es y que no es patrimonio histórico. El resultado es que cada vez se tiene menos consideración al patrimonio, y es que, el sujeto de la calle por desinterés en el legado histórico, no se siente identificado con lo que se ha considerado objeto o sujeto patrimonial; es por tanto necesario que desde la Administración del Estado se conciencie a la ciudadanía, para que el Patrimonio tenga significado para los ciudadanos y que es función de todos el protegerlo.

Por poner un ejemplo ilustrativo: hace unos días en una conversación con amigos surgió el tema, la mayoría opinaba que sería mejor que los fondos que se destinan a conservar el arte y los monumentos, deberían aplicarse a la investigación médica. Es una opinión totalmente lícita, a mi juicio, que hubiera podido rebatir con poco esfuerzo, pero no lo hice; fui perfectamente consciente de que esas personas no asumían como propio el valor del Patrimonio, como un valor de cultura y de la humanidad, sino como algo que no les pertenecía.



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