El Claustro de Palamós.
Las dificultades de la
investigación del Patrimonio.
Recientemente he asistido
a dos conferencias en la Universidad de Barcelona sobre el Claustro
de Palamós y su autenticidad histórica, una de ellas impartida por el profesor
Gerardo Boto de la Universidad de Girona y la otra
por Juan Antonio Olañeta presidente y co-fundador de la Asociación de
Amigos del Románico. El profesor Boto investigaba la historia y la Asociación la investigación de campo.
Ambas conferencias ha
sido de gran interés, no solo desde el punto de vista de la Historia del Arte,
sino de las vicisitudes con las que se encuentra un investigador patrimonial. Si
bien entiendo que la Administración tiene asegurarse de la rigurosidad de las
investigaciones, también los técnicos deberían colaborar con los estudiosos que
de forma altruista velan por esclarecer las cuestiones que afectan a nuestro patrimonio.
Después de estas dos intervenciones me pregunto muchas cosas:
¿Qué
interés tiene la Administración en dificultar esta investigación?
¿Por
qué la comunidad de Historiadores del Arte no ha apoyado la investigación?
¿Solo
se puede investigar desde dentro de la Administración?
Según el profesor Boto,
el claustro actualmente instalado en un finca privada Mas del Vent de Palamós
es el primer claustro románico de la Catedral de Salamanca y que en su mayor parte
es modelo del Claustro Historiado de
Santo Domingo de Silos, del primer y segundo taller; ha aportado datos técnicos, iconográficos y fotografías comparativas
de ambos claustros, que prueban sus teorías, así como detalles constructivos y
muescas en las piedras que vienen a demostrar que se ha reconstruido en varias
ocasiones, con lo que se descarta, que pudiera ser una falsificación de época
moderna. En la Fototeca del Patrimonio Histórico se hallaban unas fotografías de
Vicente Moreno.
Este claustro se ha desmontado
y vuelto a montar en diferentes lugares con objeto de ser vendido a entidades
privadas y que incluso ha estado en riesgo de salir del país.
Olañeta
apunta detalles acerca de la investigación, en la que la Administración catalana les ha puesto dificultades; consideraban el claustro de Palamós como una copia del siglo XX. Incluso “asaltaron”
al Presidente de la Generalitat de Catalunya Sr. Artur Mas para ofrecerle un
ejemplar de su revista Amigos del
Románico para que se interesara por el tema.
La
prensa se ha hecho eco del conflicto; una publicación en el diario El País de fecha 20 de julio de 2012 “Palamós o el claustro de la discordia” (además
de un gran número de noticias al respecto), Punt Avui (varios artículos) y en
fempatrimoni.cat hay dos post
Hay
una campaña contra la investigación del profesor Boto capitaneada por Marius
Vendrell, además de que el informe de la Generalitat de Eduard Riu-Barrera es carente de
rigurosidad y con juicios de valor que no están argumentados -según informa el
Sr. Olañeta- y que están recogidos en un artículo firmado por el propio Riu-Barrera
de la revista Avenç de septiembre de
2013
Hay
dos bloques de opinión: ¿es falso? o ¿auténtico? en palabras de Olañeta:
“El Claustro de Palamós o la historia del
Ornitorrinco”
y añade que, posteriormente
el Sr. Mascarell replantea la cuestión y lo declara Bien Nacional de Interés
cultural; en la actualidad aún no está declarado, pero si protegido y es
visitable.
El inicio de la historia
El
conjunto de Palamós está instalado desde 1958 en la finca particular Mas del Vent de la
familia Fiedrich Engelhorn de las industrias Basf y relacionados con el arte.
El profesor Boto sabia de la existencia del claustro a través de un artículo en
el diario El Alcázar que hablaba de esta familia y siguió la pista.
Anteriormente el claustro estuvo instalado en una finca particular de Ciudad
Lineal en Madrid, desde 1931-1958. En esa época la zona no estaba muy
urbanizada y este montaje pudiera estar pensado
para ser fotografiado para una venta internacional de forma oculta, ya que en
la finca se había levantado un muro para evitar las miradas curiosas.
En
esta transacción estaba involucrado Ignacio Martínez, socio de Artur Byne
representante de William Randolf Hearst. Se desconocen las causas por las que
no se llevó a cabo la transacción, aunque pudieran ser debidas a una falta de
interés en la época por este tipo de inversiones (Gran Depresión en Estados
Unidos). Ya había un precedente con Rockefeller, que había adquirido un
claustro español, The Cloisters, que se
encuentra hoy en el Metropolitan Museum de New York. Incluso el monasterio cisterciense
de Simat de la Valldigna en Valencia
estuvo en riesgo de venta y W.R. Hearst pudiera
haber sido el posible destinatario.
En
su investigación, el profesor Boto incluso se ha entrevistado con testigos
vivos, los hijos del propietario de la finca de Ciudad Lineal, que aseguran que
estaba instalado en su finca, además de presentar una foto de archivo en la que
se observa a Ignacio Martínez fotografiado en el Claustro.
¿Cómo llegó a ciudad
Lineal?
La historia del Claustro de Palamós está ligada al terremoto de Lisboa de 1755 y su
afectación al Claustro de la Catedral de Salamanca. En 1765 el cabildo de Salamanca
decide hacer un claustro nuevo y se desmonta el viejo en 1783. Las vigas del
claustro de la catedral de Salamanca tienen unas medidas que se ajustan al
claustro de Palamós.
¿Quién lo vendió?
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