sábado, 21 de diciembre de 2013

El Claustro de Palamós.

Las dificultades de la investigación del Patrimonio.





Recientemente he asistido a dos conferencias en la Universidad de Barcelona sobre  el Claustro de Palamós y su autenticidad histórica, una de ellas impartida por el profesor Gerardo Boto de la Universidad de Girona y la otra por Juan Antonio Olañeta presidente y co-fundador de la Asociación de Amigos del Románico. El profesor Boto investigaba la historia y la Asociación  la investigación de campo.

Ambas conferencias ha sido de gran interés, no solo desde el punto de vista de la Historia del Arte, sino de las vicisitudes con las que se encuentra un investigador patrimonial. Si bien entiendo que la Administración tiene asegurarse de la rigurosidad de las investigaciones, también los técnicos deberían colaborar con los estudiosos que de forma altruista velan por esclarecer las cuestiones que afectan a nuestro patrimonio. Después de estas dos intervenciones me pregunto muchas cosas:

¿Qué interés tiene la Administración en dificultar esta investigación?

¿Por qué la comunidad de Historiadores del Arte no ha apoyado la investigación?

¿Solo se puede investigar desde dentro de la Administración?

Según el profesor Boto, el claustro actualmente instalado en un finca privada Mas del Vent de Palamós es el primer claustro románico de la Catedral de Salamanca y que en su mayor parte es modelo del Claustro Historiado de Santo Domingo de Silos, del primer y segundo taller; ha aportado datos técnicos, iconográficos y fotografías comparativas de ambos claustros, que prueban sus teorías, así como detalles constructivos y muescas en las piedras que vienen a demostrar que se ha reconstruido en varias ocasiones, con lo que se descarta, que pudiera ser una falsificación de época moderna. En la Fototeca del Patrimonio Histórico se hallaban unas fotografías de Vicente Moreno.

Este claustro se ha desmontado y vuelto a montar en diferentes lugares con objeto de ser vendido a entidades privadas y que incluso ha estado en riesgo de salir del país.

Olañeta apunta detalles acerca de la investigación, en la que  la Administración catalana les ha puesto dificultades; consideraban el claustro de Palamós como una copia del siglo XX. Incluso “asaltaron” al Presidente de la Generalitat de Catalunya Sr. Artur Mas para ofrecerle un ejemplar de su revista Amigos del Románico para que se interesara por el tema.

La prensa se ha hecho eco del conflicto; una publicación en el diario El País de fecha 20 de julio de 2012 “Palamós o el claustro de la discordia” (además de un gran número de noticias al respecto),  Punt Avui (varios artículos) y en fempatrimoni.cat hay dos post




Hay una campaña contra la investigación del profesor Boto capitaneada por Marius Vendrell, además de que el informe de la Generalitat de Eduard Riu-Barrera es carente de rigurosidad y con juicios de valor que no están argumentados -según informa el Sr. Olañeta- y que están recogidos en un artículo firmado por el propio Riu-Barrera de la revista Avenç de septiembre de 2013



Hay dos bloques de opinión: ¿es falso? o ¿auténtico? en palabras de Olañeta:

 “El Claustro de Palamós o la historia del Ornitorrinco”

y añade que, posteriormente el Sr. Mascarell replantea la cuestión y lo declara Bien Nacional de Interés cultural; en la actualidad aún no está declarado, pero si protegido y es visitable.


El inicio de la historia

El conjunto de Palamós está instalado desde 1958 en la finca particular Mas del Vent de la familia Fiedrich Engelhorn de las industrias Basf y relacionados con el arte. El profesor Boto sabia de la existencia del claustro a través de un artículo en el diario El Alcázar  que hablaba de esta familia y siguió la pista. Anteriormente el claustro estuvo instalado en una finca particular de Ciudad Lineal en Madrid, desde 1931-1958. En esa época la zona no estaba muy urbanizada y este montaje pudiera estar pensado para ser fotografiado para una venta internacional de forma oculta, ya que en la finca se había levantado un muro para evitar las miradas curiosas.

En esta transacción estaba involucrado Ignacio Martínez, socio de Artur Byne representante de William Randolf Hearst. Se desconocen las causas por las que no se llevó a cabo la transacción, aunque pudieran ser debidas a una falta de interés en la época por este tipo de inversiones (Gran Depresión en Estados Unidos).  Ya había un precedente  con Rockefeller, que había adquirido un claustro español, The Cloisters, que se encuentra hoy en el Metropolitan Museum de New York. Incluso el monasterio cisterciense de Simat de la Valldigna en Valencia estuvo en riesgo de venta  y W.R. Hearst pudiera haber sido el posible destinatario.

                                                      


En su investigación, el profesor Boto incluso se ha entrevistado con testigos vivos, los hijos del propietario de la finca de Ciudad Lineal, que aseguran que estaba instalado en su finca, además de presentar una foto de archivo en la que se observa a Ignacio Martínez fotografiado en el Claustro.
                                  


 


¿Cómo llegó a ciudad Lineal?

La historia del Claustro de Palamós está ligada al terremoto de Lisboa de 1755 y su afectación al Claustro de la Catedral de Salamanca. En 1765 el cabildo de Salamanca decide hacer un claustro nuevo y se desmonta el viejo en 1783. Las vigas del claustro de la catedral de Salamanca tienen unas medidas que se ajustan al claustro de Palamós.


¿Quién lo vendió?



No hay comentarios:

Publicar un comentario