miércoles, 27 de noviembre de 2013




Patrimonio urbanístico
¿Hasta "cuanto" crece una ciudad?


Barcelona ha ido ocupando de forma continuada las zonas verdes de sus “turons”, primero con pequeñas “villas” para uso vacacional y después con los edificios de pequeño alzado, que los inmigrantes construyeron con sus propias manos para tener un techo en la época de las grandes inmigraciones de los ’60, procedían de toda España y buscaban el amparo laboral en la industria y en el desarrollo de la ciudad. Más adelante,  los pequeños edificios se convirtieron en grandes bloques de pisos de hasta siete plantas que albergaban muchas más viviendas; la especulación de suelo. Los “turons” no estaban preparados para tanta masificación y las calles que con viviendas bajas se perciben como amplias, en la verticalidad aparecen estrechas y angostas. Se dice que en los años ’60 y ’70 no había planes de urbanismo y que el gobierno corrupto practicaba la especulación del suelo.


Los ciudadanos tienen el derecho a tener su propio vehículo, al transporte, a los servicios, a la comodidad del comercio de cercanía, a las escaleras mecánicas y a los ascensores cremallera, y hasta como no, al “metro”. Esta es la situación actual de los “turons” de Barcelona. De la huerta “Horta”, solo queda el nombre,… del “Tibidabo” ¿que quedará en el futuro?

Antonio Ponz en su libro “Viaje a España” describe la Barcelona del siglo XVIII, y ya menciona su orografía, así de memoria diré que hablaba de un cinturón montañoso que se desplegaba desde la desembocadura del río Besós, hasta la del río Llobregat, también mencionaba algo así de que a la montaña de Montjuic separaba la ciudad de unas lagunas que desprendían vapores, entiendo que se refería a la “Zona Franca” y ya no queda resto de la laguna.



Pues sí, Barcelona tiene límites y no puede ni debe crecer más. En mi opinión, las montañas deben ser montañas, los ríos deben seguir su curso y en las playas no debe haber rascacielos. Si comparamos fotografías de Barcelona de menos de un siglo con las actuales, observamos que la ciudad está “rampando” hacia Collserola y Vallvidera “desmayándose” hacia abajo 

¡pronto se encontrarán!

El Eixample es un trazado único y modelo de urbanismo  del siglo XIX, está adornado con bellos edificios modernistas, su casco antiguo está lleno de historia y el resto, “campi qui pugui”.

Me pregunto si alguno de los gobiernos que se van dando la alternativa piensa en el futuro de  Barcelona.




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